Pedro Tarquis nos habla de los vientres de alquiler, comenta que esta práctica supone que es un acuerdo dónde la mujer presta su vientre para un embarazo, al dar a luz ella da el bebé a los padres con los que se hizo el acuerdo. Esto se puede realizar de dos maneras, en una de ellas la mujer es la progenitora y en la otra es fecundada in vitro.
Esta va más allá del avance de la medicina y la ciencia, ya que entra en juego la violación de derechos humanos, por un lado se acaba con la vida de humanos en proyecto con la fecundación in vitro, por otro lado a la mujer se la esta tratando como mercancía donde es comprada por un periodo y devuelta, con riesgos de que los que la contrataron a mitad de camino se arrepientan, esto puede causar daños psicológicos tanto a la madre como a el bebé tras el transcurso de este período.