Nos vemos mejor de lo que somos. Nos hacemos ilusiones de nosotros mismos, llegando incluso a pensar que somos mejores que otros. Al religioso le parece incluso que Dios tiene que estar agradecido por todo lo que hace. Nos imaginamos incluso que le hacemos un favor por tenerle en cuenta. en un mundo que le ignora… ¡Qué ciegos estamos!
La Buena Noticia según Lucas comienza el capítulo 17 con la realidad de lo que somos, llegando a ser «tropiezo a otros» (vv. 1-3). No hay nada menos obvio que el perdón. El bajista del grupo Kajagoogoo, Nick Beggs, lo descubrió en medio de su fama como «nuevo romántico» en una antigua iglesia pentecostal, donde llegó a la fe cristiana con su sofisticado aspecto de estrella pop. Él y otro miembro de la banda descubrieron «el poder del perdón» (Power to Forgive 1984).
Necesitamos más fe (vv. 4-5). No es cuestión de medida, sino de confiar con nuestra pequeña fe en Aquel que es grande y Todopoderoso. Andrew Peterson hace música de alabanza desde que estuvo con el grupo Caedmon´s Call, pero ahora escribe libros y tiene letras tan profundas como «No más fe» (No More Faith 2011), «no otra canción sobre montañas / sino sobre lo difícil que es moverlas / ¿Has estado ante ellas como una semilla de mostaza que espera alguna prueba? / ¡Señor, ayuda mi incredulidad!»
Si Dios es nuestro Señor, no somos más que sus siervos (vv. 7-10), pero como en la canción de Larry Norman, uno se da cuenta de su infidelidad y se pregunta cómo Dios puede usarle (I Am A Servant). La escuchamos esta vez, no en la versión en estudio del tercer álbum de su trilogía (In Another Land 1976), sino la última vez que José de Segovia habló con él, antes de su muerte. Fue en el festival de Flevo en Holanda en 1989 con la banda de Finlandia, Q-Stone y la cantante noruega, Elisabeth Odegard.
La misericordia de Dios produce gratitud como la del leproso que regresa a Jesús, después de haber sido curado (vv. 11-19). Así Bill Fay se muestra agradecido a su Señor (Thank You, Lord 2012) en su disco de reaparición, después de estar alejado de la música tantos años, tras su fracaso comercial y conversión a la fe cristiana.
La película «La séptima profecía» o «señal» es un curioso ejemplo de «escatología ficción» antes de la saga que vino con «Dejados Atrás». La hizo un gran estudio como Columbia en 1988 con TriStar en plena fama de Demi Moore. Está lleno de disquisiciones sobre la profecía bíblica con maestros de diferentes confesiones, que comentamos con la música de la banda sonora original de Jack Nitzsche, para hablar de la venida del Reino, la esperanza mesiánica en un mundo mejor (vv. 20-37).
Este vendrá como «Ladrón en la noche», canta Paul Field, el autor del tema que hemos escuchado en otras ocasiones en la voz de Cliff Richard. Lo oímos en la versión original con su grupo Nutshell en los 70 con Gordon Giltrap a la guitarra y Mike Giles de King Crimson al bajo con Jon Gustafson de Roxy Music a la batería. Y a continuación es Cliff, el que hace la versión del clásico de Larry Norman, «Me gustaría que todos estuviéramos preparados» (I Wish We´d All Been Ready) en su disco del año 77 (Small Corners), que sirvió de banda sonora a la primera película sobre el Arrebatamiento en 1972.