En nuestra comunidad, creemos firmemente en la importancia de la comunión y el estudio bíblico como pilares fundamentales de una iglesia viva. Nos esforzamos por seguir el ejemplo de los primeros cristianos, quienes perseveraban en la enseñanza de los apóstoles y se comprometían en la comunión fraternal, como se menciona en Hechos 2:42. Nuestra misión es fomentar un ambiente donde cada miembro pueda crecer espiritualmente, aprender y compartir la gracia de Dios. Ofrecemos estudios bíblicos regulares y oportunidades de adoración que permiten a todos profundizar en su fe y en su relación con Dios.
Además, nos dedicamos a vivir la verdadera «koinonía», una comunión auténtica que trasciende las diferencias de etnia, nacionalidad, cultura, género y edad. Estamos unidos en nuestra participación común en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Nuestro compromiso no solo se centra en el crecimiento interno, sino también en la acción hacia afuera, demostrando generosidad y apoyo a quienes lo necesitan. Inspirados por el amor de Cristo, trabajamos juntos para ser una luz en el mundo, compartiendo nuestros recursos y extendiendo una mano amiga a nuestra comunidad y más allá.