El Rey Josías – El personaje bíblico con Rosa Mariscal

Josías fue un personaje de la Biblia, según los libros de Reyes y las Crónicas fue rey de Judá, e instituyó reformas importantes. En su reinado se inició la recopilación y edición del Deuteronomio bajo el liderazgo religioso del profeta Jeremías.

Era hijo de Amón y Jedidah, y tuvo cuatro hijos: Johanán (el primogénito; no se sabe cómo murió y nunca reinó. ( 1 Cr 3:15), Joacim o Eliaquim, quien tuvo como hijo a Joaquín o Jeconías; Sedecías o Matanías y Joacaz o Salum. Joacaz fue su sucesor​. Sin embargo el nacimiento de Josías ya había sido profetizado ante el rey Jeroboam trescientos años antes en I Reyes 13:2.

Josías subió al trono a los ocho años de edad, debido al asesinato de su padre Amón y reinó durante treinta y uno.​ En política interior fue importante el vuelco dado: fomentó el judaísmo y prohibió el resto de creencias tradicionales, destruyendo sus santuarios y objetos de culto, política que realizó también en las franjas fronterizas del reino de Israel.

Al subir al trono la situación internacional era inestable: en el este el imperio asirio comenzaba a desintegrarse y el babilónico aún no lo había sustituido, y al oeste Egipto todavía se estaba recuperando de la dominación asiria. Gracias a la debilidad de las grandes potencias, Judá pudo gobernarse a sí mismo.

Las únicas fuentes sobre el rey Josías provienen de la Biblia, especialmente de 2 Reyes 22-23 y 2 Crónicas 34-35. No existe evidencia arqueológica ni del rey ni de su reinado (por lo menos como relata la Biblia),​ la mayoría de los eruditos creen que existió históricamente y que la ausencia de evidencia se debe a los pocos documentos que sobrevivieron de un período tan temprano, y a que Jerusalén fue ocupada, conquistada y reconstruida durante miles de años.

Las principales fuentes de información para su reinado son 2 Reyes y 2 Crónicas, pero existe una considerable evidencia arqueológica, incluyendo una serie de sellos y documentos con la impresión de su sello. En esta línea, una impresión de sello descubierta en el año 2019 lee «(Perteneciente) a Netán-Mélek, sirviente del rey», confirmando la existencia del homónimo sirviente de Josías (cf. 2 Reyes 23:11).9​ También se han descubierto una bula mencionado a los Sumos Sacerdotes Jilquías (cf. 2 Reyes 22:4) y su hijo Azarías (cf. 1 Crónicas 5:39), un sello que refiere al ministro real Asaías (cf. 2 Reyes 22:12),​ así como otras bulas mencionando a Gemarías, hijo de Safán (habiendo sido este último un escriba de  Josías) y a su antecesor Asalías, hijo de Mesullam (cf. 2 Reyes 22:3).11​12​

El hecho de que varios sellos datados de su reinado muestren solo su nombre y no las imágenes de estrellas y la luna anteriores, indica una posible evolución relacionada con la aplicación de un riguroso monoteísmo por parte de Josías.13​

Josías nunca conoció a su bisabuelo Ezequías, sin embargo, se parecían en muchas cosas. Ambos tuvieron una relación personal y cercana con Dios. Ambos fueron reformistas apasionados, pues se esforzaron con valentía para guiar al pueblo nuevamente a Dios. Ambos fueron luces brillantes de obediencia a Dios en medio de reyes con conciencias oscurecidas, que parecían inclinados a superarse entre sí en desobediencia y maldad.

A pesar de que el padre y el abuelo de Josías fueron muy malvados, su vida es un ejemplo de la disposición de Dios de proporcionar una guía actual a aquellos que se proponen ser obedientes. A corta edad, Josías ya entendía que había una enfermedad espiritual en su tierra. Los ídolos crecían en el campo con mayor rapidez que los cultivos. En un sentido, Josías comenzó a buscar a Dios al destruir y limpiar todo lo que descubría que no pertenecía a la adoración del Dios verdadero. En el proceso, fue redescubierta la Palabra de Dios. Las intenciones del rey y el poder de la revelación escrita de Dios se unieron.  

En el año 612 a. C. la capital asiria, Nínive, fue conquistada por Nabopolasar, rey de Babilonia. Josías aprovechó la debilidad asiria y reconquistó algunas zonas del norte del reino de Israel. Tuvo una disputa con Egipto, que temía un fortalecimiento de Mesopotamia y quería precipitarse en ayuda de los asirios. En la primavera de 609 a. C., el faraón Necao II encabezó una importante fuerza para ayudar a los asirios. A la cabeza de un gran ejército, Necao tomó la ruta de la Vía Maris con el apoyo de su flota del Mediterráneo, pero al intentar cruzar por tierra encontró el paso del valle de Jezreel bloqueado por el ejército de Judá dirigido por Josías, aliado de Babilonia. En la batalla de Megido Josías murió.

Cuando el libro de la Ley de Dios fue leído a Josías, se impresionó, asustó y humilló. Se dio cuenta de la gran distancia que existía entre sus esfuerzos para guiar al pueblo hacia Dios y las expectativas de Él para su nación escogida. Se sintió abrumado por la santidad de Dios e inmediatamente trató de exponer a su pueblo a esa santidad. El pueblo sí respondió, pero la Biblia aclara que su adoración renovada a Dios nació en gran manera del respeto que sentían por Josías y no por un entendimiento personal de su propia culpabilidad ante Dios. 

   ¿Cómo describiría nosotros nuestra relación con Dios? ¿Nos basaríamos nosotros en nuestros débiles esfuerzos de santidad, mayormente en el deseo de «seguir» a un líder agradable o a la opinión popular? ¿O estamos como Josías, profundamente humillado por la Palabra de Dios, al darnos cuenta de la gran distancia que existe entre nuestravida y la clase de vida que Dios espera de nosotros, reconociendo nuestra profunda necesidad de ser limpios y renovados por Él? La obediencia humilde agrada a Dios. Las buenas intenciones, aun las reformas no son suficientes. Debemos permitir que la Palabra de Dios nos humille y cambie nuestra vida. 

   Puntos fuertes y logros: 

    •      Rey de Judá 

    •      Buscó y se abrió a Dios 

    •      Fue un reformador como su bisabuelo Ezequías 

    •      Limpió el templo y avivó la obediencia a las leyes de Dios 

   Debilidades y errores: 

    •      Se involucró en un conflicto militar contra el cual fue advertido 

   Lecciones de su vida: 

    •      Dios responde constantemente a aquellos de corazón arrepentido y humillado 

    •      Incluso las arrolladoras reformas externas tienen un valor que perdura muy poco si no hay cambios en las vidas de las personas.

Bibligrafía:

Biblia del diario Vivir.

Wikipedia, la enciclopedia libre.


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