Es evidente que una gran parte de la población es xenófoba, y que para ellos cualquier musulmán o persona proveniente de los países de Liga Árabe es salafista (islamistas radicales que quieren que se viva como se hacía cuando la religión musulmana fue fundada y que no permiten ningún tipo de renovación religiosa ni de avance social). Eso explica, entre otras razones, por ejemplo, el éxito de Nigel Farage y su brexit; lo corrobora que Trump plantease un intento de reforma migratoria injusta; y también, puede servir como guinda para este tétrico pastel el 33,90% de votos que obtuvo Marine Le Pen.