Urias el hitita – El personaje bíblico con Rosa Mariscal

Urías heteo era  uno de “los valientes” del rey David. Dios consideró adecuado enumerar a estos guerreros por nombre en  II Samuel 23 y en I Crónicas 11. Aunque hay algunas variaciones en ambas listas, Urías se menciona en ambas.

Dentro de la mayoría de las fuerzas armadas de cada país, suele existir un grupo de combatientes o guerreros de élite a los que se les pide que hagan cosas que los soldados regulares no pueden. Los hombres en estas unidades son lo mejor de lo mejor.  David también tenía sus fuerzas de operaciones especiales, esas eran “los valientes de David”. 

Una de las características distintivas de “los valientes de David”, es que ayudaron a llevar a David al poder. En I Crónicas 11: 10 leemos:  “Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová”.  Dado que Urías el hitita se nombra entre este grupo de élite, también debe haber sido uno de los que prestó su destreza militar para ayudar a David a establecer su reino. Eso nos da una pista sobre la relación entre David y Urías.

No es normal que los presidentes de los distintos países vayan a la batalla con sus guerreros. Ese no fue el caso en Israel, y ciertamente no fue el caso durante el reinado de David. David peleó con sus hombres y llegó al poder a través de la guerra. Luchó junto a ellos y derramó sangre con ellos. El ejército de David tenía más de un millón de guerreros y no hay forma de que él los conociera a todos, pero si que conocía,  hasta por sus nombres a “sus valientes”. Debe haberlo hecho porque tenía una larga historia con ellos. ¿Qué  dice eso? Que el rey David conocía a Urías, y lo conocía bien. Probablemente había peleado con él y había visto su coraje en acción.

En el libro de las memorias de un soldado alemán, 1936-1944. “Siegfried Knappe,Soldat, en sus reflexiones, él afirma en la página 220 de su lbro: “Los hombres que comparten el combate se vuelven hermanos, y esta hermandad es tan importante para ellos que darían la vida los unos por los otros. No es solo amistad y es más fuerte que bandera y país”.

William Manchester, otro soldado inglés, lo expresó mejor cuando describió la razón por la que eligió regresar al campo de batalla en la página 12 de su libro “Adiós, oscuridad: una memoria de la guerra del Pacífico, dice:

“Fue un acto de amor. Esos hombres en la línea eran mi familia, mi hogar. Estaban más cerca de mí de lo que puedo decir, más cerca de lo que habían estado o estarían mis amigos. Nunca me habían defraudado, y no podía hacérselo a ellos. Tenía que estar con ellos, en lugar de dejarlos morir y yo vivir con el conocimiento de que podría haberlos salvado. Los hombres, ahora lo sabía, no luchan por la bandera o el país, por la Infantería de Marina o la gloria o cualquier otra abstracción. Ellos luchan el uno por el otro. Una vez que las balas (o flechas) comienzan a volar, cosas como el patriotismo y la ideología pueden desaparecer, pero el vínculo mantiene a los guerreros en marcha y, lo que es más importante, evita que se retiren”.

La traición de David fue más allá del pecado sexual, traicionó al grupo de hermanos “ sus valientes”. Como parte de los “valientes  de David”, Urías habría estado allí con David en la cueva de Adulam viviendo junto a David y otros guerreros en condiciones miserables. Vagó junto con David cuando era un rey sin hogar. Habría padecido sed y hambre junto con David en el desierto de Judea, un lugar árido en su mayor parte deshabitado. Era un lugar perfecto para esconderse de Saúl, pero no muy hospitalario. Habría peleado con David en numerosas batallas y dado sudor, sangre y lágrimas. David, Urías y los otros  “Valientes y guerrero”, habrían formado un vínculo, el tipo de vínculo que se forja solo en el campo de batalla.

Así que cuando David preguntó por Betsabé en 2 Samuel 11: 3, y le dijeron que ella era la esposa de Urías, él habría sabido exactamente quién era Urías.   Puede ser ésta la razón por la que David entró en pánico cuando Betsabé le dijo que estaba embarazada. Probablemente también sea esta la razón por la que no habría sido inusual que David llamara a alguien como Urías del campo de batalla para preguntar sobre el estado de la campaña militar en II Samuel 11:6-7. Habría sido un guerrero de confianza, una opción adecuada para transmitir inteligencia al rey.

A pesar de los esfuerzos de David por diseñar un escenario que incitara a Urías a acostarse con su esposa para cubrir el asunto, Urías fue fiel a Dios y a su grupo de hermanos. David animó a Urías a ir a su casa, repetidas veces y disfrutar de los placeres de estar en casa, pero Urías eligió un lugar más humilde para reclinar su cabeza esa noche; descansó con los sirvientes del rey.

 Su respuesta en II Samuel 11:11 muestra su compromiso con Dios y con sus compañeros de guerra:  “Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa”.

La mención del arca por parte de Urías muestra que él entendió las bases espirituales de las batallas en las que participó. Es probable que llegara a aceptar y adorar al Dios de Israel cuando se unió a David, probablemente parte del grupo descrito en I Samuel 22: 2.

 Dice la Biblia en 2ª Samuel 11:12,13.Y David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa”. David seguía persistiendo en querer tapar su pecado, pero Urias, ¡ni aún borracho¡ perdió su lealtad, a Dios, al rey, y a sus compañeros. 

Los hititas fueron un pueblo desplazado por Israel por orden de Dios cuando entraron a la Tierra Prometida (Ver Éxodo 3:1-15; 13: 5).  Y un hitita mostró más honor e integridad que el rey ungido de Israel, debería haber despertado a David de su letargo espiritual. Como suele ser cierto en nuestra condición humana, David simplemente cayó más profundo en el hoyo que estaba cavando para sí mismo.

Después de que su plan fracasó, David sentencia a muerte a Urías. En la traición final a  uno de sus “valientes” Urías lleva su propia orden de ejecución sin darse cuenta y se la entrega al general de David, Joab. En 2 Samuel 11: 15, David le dice a Joab que ponga a Urías en el frente y luego lo abandone a su suerte.

Curiosamente, Joab envía a Urías a su destino, pero no exactamente de la manera en que David le pidió que lo hiciera. Joab envió a Urías a una misión suicida donde murió junto a otros valientes. No estaba solo. No murió solo. No se quedó atrás. Por lo menos, Joab sabía que los que luchaban junto a Urías no lo dejarían morir solo. 

 David sabía que Joab habría tenido dificultades con la muerte de Urías. Y en 2 Samuel 11: 25 le envía un mensaje a Joab en un intento de consolarlo: “ Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú aliéntale”. 

Aunque esta historia con Urías es trágica y definitivamente deja una mala impresión de David, podemos ver que Dios tiene siervos imperfectos. Sus héroes imperfectos nos recuerdan todos los días, que el requisito de Dios para servirle no es la perfección. 

La última vez que se menciona el nombre de Urías en la Biblia es en el capítulo 1 de Mateo, en la genealogía de Jesús. Es curioso que en esta genealogía que detalla la línea de Jesús, Urías es el único pariente no consanguíneo mencionado. Mateo 1:6 dice “e Isaí el padre del rey David. Y David engendró a Salomón de la mujer de Urías”. Ser mencionado en la genealogía de Jesús  es un honor que sobrevivirá por la eternidad. La ironía es que la mención del nombre de Urías en la misma línea que David, es un recordatorio constante de la caída de David. 

Sabemos por II Samuel 12 que David pagó caro por su pecado. Dios estaba disgustado y David pagó un alto precio por traicionar a otro de sus siervos fieles. Pero Dios hizo más que ejercer justicia por Urías. Dios colocó a Urías en la genealogía por una razón.  Dios no quería que nos olvidáramos de su fiel servidor Urías. 

Lecciones espirituales que podemos aprender:

Necesitamos mantener nuestra integridad incluso si nuestros líderes no lo hacen. Urías eligió el camino más elevado.

Nuestras buenas elecciones no suelen ser recompensadas en esta vida, pero Dios no olvida.  La recompensa de Urías llegó después de su muerte y a veces no veremos nuestra recompensa hasta después de la nuestra.

 Dios nunca pasa por alto nuestros corazones para servir ni nuestros esfuerzos para hacer Su obra. 

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