Mateo 6 (Seguridad) – Ruta 66 con José de Segovia

Ya en el siglo XIX, Nietzsche observa en «El crepúsculo de los dioses» que lo que antes se hacía «por amor a Dios», ahora se hace por amor al dinero. La avaricia es una forma de idolatría. Jesús nos advierte en el Sermón del Monte que el peligro de hacer «tesoros en la tierra» (Mateo 6:19-34) es poner la confianza en algo que no nos puede dar seguridad. Al contrario, viviremos en continua ansiedad.

En su ya mítico álbum «Señora Azul» (1974), los CSN&Y españoles, Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, nos ponen el ejemplo del avaricioso hispano, Don Samuel Jazmín. Movido por el «Dinero», vive en la esclavitud de la que habla la famosa canción de Pink Floyd en el disco más vendido del rock de los 70, «La cara oscura de la luna». El sueño del éxito nos persigue buscando pasar «De los harapos a la riqueza», como dicen los escoceses The Blue Nile en su «Paseo por los tejados» de 1984.

Una película que encarna bien «el sueño americano», bajo la falsa apariencia del «cine de valores» es «En busca de la felicidad» (2006) del italiano Gabriele Muccino, basada en la historia real del personaje que encarna el actor afroamericano Will Smith con su auténtico hijo. Recrea la triste vida de Chris Gardner en el San Francisco de los años 80, hasta hasta lograr el éxito en los negocios. José de Segovia comenta el film con la banda sonora original de Andrea Guerra.

Jesús nos dice que observemos «Los lirios del campos». Sobre ellos canta John Michael Talbot, el músico hippy convertido al cristianismo con la Gente de Jesús, después de ser budista y seguir la religión nativa norteamericana. Ahora es un monje católico, que pone música a palabras del Evangelio como estas de Mateo 6:25-31. Es así como Johnny Cash descubre que «Tiene suficiente» (1958) con Jesús. Es la confianza en el cuidado paternal de Dios.

Hablar de Dios como padre es hoy para muchos una mala noticia, por su ausencia y abandono, como Eric Clapton, que creía que sus abuelos eran sus padres. El sentido de orfandad que inspira «Los ojos de mi padre» en 1997 está unido a la tragedia de la perdida de su hijo Conor, caído de una ventana de un rascacielos de Nueva York, a los cuatro años de edad en 1991. El anhelo por el reencuentro se hace realidad en su Reino eterno, cuando buscamos a Dios, sobre todas las cosas (Mateo 6:33).

Karen Lafferty puso música a estas palabras en 1974, que escuchamos en una versión instrumental del sello de la Capilla Calvario de Costa Mesa (California) que publicó la canción. Maranatha cambió la música de alabanza de todas las iglesias con las composiciones de los hippies convertidos en la Revolución por Jesús en los primeros años 70. Si Lafferty tiene ahora 74 años, Mavis Staples tiene ya 82. Criada en el góspel de la formación familiar de su padre, amigo de Martin Luther King, se cuenta que Dylan pidió su mano a su padre, que se lo negó. Producida ahora por Jeff Tweedy de Wilco, Mavis nos anuncia que «No estamos solos» (2010). En Cristo Jesús tenemos la esperanza de que todo va a salir bien…

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