Marcos 13 ¿El fin? – Ruta 66 con José de Segovia

Tememos que todo lo que nos rodea pueda desaparecer cualquier día y sucumbir, desintegrándose. Si hay una hecatombe global, ¿la raza humana se extinguirá? La palabra Apocalipsis ya no sólo designa el último libro de la Biblia, sino el final de los tiempos, el fin de la historia. En el Evangelio según Marcos, capítulo 13, nos dice que no ocurrirá sin que haya unas señales antes. 

Tras la sintonía de la composición que da número a nuestra Ruta por los 66 libros de la Biblia, que iluminan nuestro viaje por el camino de la vida, esta vez a cargo del alemán Joja Wendt, escuchamos la canción sobre «La víspera de la destrucción» de P. F. Sloan en la versión más conocida de Barry McGuire en 1965, acompañado por los músicos de estudios del llamado Equipo de Demolición de Los Ángeles, dirigido por el batería Hal Blaine y el propio Sloan a la guitarra. Barry se convirtió al cristianismo evangélico en 1971, tras un encuentro con el evangelista Arthur Blessit, que llevaba una misión entre «hippies» en el bulevar de Sunset. A partir del año 73 ya sólo graba temas de inspiración cristiana. El cantautor neoyorquino Willie Nile lleva haciendo música desde los años 80. Ahora con 75 años ha grabado su experiencia de la pandemia en «El día que el mundo se paró» (2021). Los barceloneses Dorian dicen en «Tornado» (2022) que creían que «El futuro iba a llegar / pero no se presentó». Cuando Jesús dice a sus discípulos que el Templo de Jerusalén se destruirá, para ellos no significa otra cosa que el fin del mundo. Su pregunta ahora es cuándo ocurrirá (v. 13).  

El alemán Roland Emmerich lleva desde los años 90 en Hollywood pensando todas las formas posibles en que el mundo podría destruirse. En «El día de mañana» (2004) es un cambio climático mundial. El cine de catástrofes ya no trata de invasores del espacio y peligros que vienen desde el exterior o desde el inconsciente, sino provocados por errores humanos, sobre todo por la política de Estados Unidos de emisión de gases contaminantes que provocan el efecto invernadero. Escuchamos escenas de la película, que comenta José de Segovia con la banda sonora original del austriaco Harald Kloser.

No hay canción más emblemática de la expectativa de la Segunda Venida de Jesús que la que hizo Larry Norman en plena Revolución por Jesús, «Me gustaría que todos estuviéramos preparados», que grabó para Capitol en 1969. La escuchamos esta vez en la voz de Cliff Richard en el disco que hizo en Abbey Road de canciones inspiradas por su fe cristiana en 1977. Su propósito es traer el mensaje de Jesús para «Estar preparado» como dice ese mismo año, la Dulce Banda de Consuelo (Sweet Comfort Band), formada en California tras la Revolución por Jesús en 1973 por Bryan Duncan y los hermanos Thomson.

El Evangelio nos advierte de que habrá falsos maestros (v. 5) que se presentarán como «ungidos» (cristos), anunciando el fin al haber guerras y rumores de guerras (v. 7), que unidos a desastres naturales como terremotos y hambre, darán la impresión de que el fin es inminente, cuando no son más que «el comienzo de los dolores de parto» (v. 8) de una nueva era. Aunque suframos (vv. 9-13), debemos ser fieles testigos de la venida del Señor (vv. 14-31) y vivir a su luz cada día (vv. 32-37)… ¡Eso es «estar preparados»! 


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