Hoy nos enfocamos en reconocer nuestras propias faltas en lugar de señalar las imperfecciones de los demás. En algún momento, todos hemos experimentado el legalismo, ya sea al encontrarnos con alguien así o al serlo nosotros mismos, imponiendo rigidez en nuestras perspectivas. Sin embargo, la verdad es que Jesús nos llama a ser seguidores, no esclavos, como destaca Jorge Cota en el mensaje de hoy.