En un incidente impactante, Enrique Cortés Ferrusquilla, de 33 años, bajo la influencia de una intensa borrachera, se transformó en una amenazante figura canina, sembrando el pánico en la colonia Prado Churubusco de la Ciudad de México. Mordió a una niña y enfrentó a la policía antes de ser reducido por tres agentes. Este caso destaca los peligros del alcohol, que, según los informes, está superando incluso a las drogas como azote social. El texto argumenta que el alcohol puede provocar metamorfosis negativas en la mente y conciencia del consumidor, pero sugiere que la liberación del alcoholismo se encuentra a través del poder del evangelio de Jesucristo.