Filemón 2 – El personaje Bíblico con Rosa Mariscal

La Epístola de Pablo a Filemón, es uno de los libros del Nuevo Testamento. Es una carta escrita por el apóstol Pablo, mientras se encontraba prisionero, junto con Timoteo, y dirigida a Filemón, un líder en la iglesia de Colosas. Esta carta consta sólo de 445 palabras y 25 versículos. Este es el escrito más breve de Pablo y, sin duda, una de las ilustraciones más maravillosas de la gracia y el perdón en la Biblia.

Se ocupa de los temas del perdón y la reconciliación. Pablo no se identifica a sí mismo como un apóstol con autoridad, sino como «prisionero de Jesucristo», llamando a Timoteo «nuestro hermano», y tratando a Filemón como «colaborador» y «hermano».

Onésimo, un esclavo que se había escapado de su amo Filemón, regresaba con esta epístola, donde Pablo rogaba a Filemón que lo reciba como un «querido hermano». 

Filemón era un cristiano acomodado, líder de la Iglesia en Colosas. Pablo lo llama «nuestro querido amigo y colaborador» en Filemón 1:1 

Al convertirse al cristianismo, Filemón vivía en Colosas, junto a su esposa Apia. Al parecer eran ricos, porque poseían algunos esclavos, entre ellos Onésimo; el cual se había escapado de su amo, después de robarle algunas pertenencias, y es el motivo por el que Pablo le escribe la carta, para que Filemón acogiera a Onésimo no más como esclavo, sino como hermano en la fe de Cristo.

Para entender aún mejor la historia de Filemón, debemos considerar algunos aspectos de la esclavitud en el Imperio Romano. Se calcula que había unos sesenta millones de esclavos en el Imperio Romano.

Como sabemos, en todos los imperios y reinos antiguos la esclavitud era habitual y se consideraba fundamental para la sociedad y para el buen funcionamiento de la economía y la generación de riqueza.

En la mayoría de los casos, la población esclava era mucho mayor que el resto de la población libre. En Italia, por ejemplo, se cree que la población esclava en el siglo I alcanzaba casi el 90% de la población. Por lo tanto, el temor a una posible rebelión de los esclavos era habitual.

 Para evitar que las cosas se salieran de control, los esclavos estaban siempre muy oprimidos, y al signo de cualquier rebelión corrían el riesgo de ser asesinados. En caso de fuga, como la de Onésimo, el esclavo era perseguido y, cuando era recapturado, se le marcaba con un hierro candente la letra F de fugitivo en la frente, y su amo tenía total libertad para castigarlo severamente e incluso crucificarlo.

Las fugas de los esclavos eran frecuentes en el Imperio Romano, especialmente cuando los amos eran crueles. Aunque Onésimo haya escapado, no debemos inferir que Filemón encaje en este perfil. Los amos solían ofrecer elevadas recompensas por las denuncias que conducían al paradero de un esclavo fugitivo, además de existir grupos especializados en la caza y recaptura de esclavos.

No había ninguna ley que defendiera a los esclavos ni que les garantizara ningún derecho. Los amos tenían el derecho de vida y muerte sobre sus esclavos. Podían torturar, encarcelar, castigar, azotar y matar. Los esclavos no eran más que herramientas de trabajo vivas.

En aquella época había diferentes maneras de que un individuo se convirtiera en esclavo. Podía convertirse en esclavo por nacer de una madre esclava, o por cometer algún crimen específico, o por pertenecer a una nación que había sido conquistada por otra. Alguien también podía convertirse en esclavo para pagar una deuda, y en algunos casos el propio padre podía vender a su hijo como esclavo. En el Imperio Romano, los esclavos se negociaban por entre 500 y 60.000 denarios.

Onésimo, un esclavo que se había escapado de su amo Filemón, regresaba con esta epístola, donde Pablo rogaba a Filemón que lo reciba como un «querido hermano».

A través del ministerio de Pablo, Onésimo, el esclavo fugitivo, llegó a la fe en Jesús.  Filemón, amo de Onésimo, también era cristiano y amigo cercano de Pablo. Pablo envió a Onésimo con esta carta en mano para Filemón con el fin de restaurar su relación rota, pues ahora eran hermanos en Cristo.

Para que Filemón aceptará a Onésimo, Pablo le escribe con mucho tacto y en tono despreocupado, para lo cual recurre a un juego de palabras (11). La súplica (4 al 21) está organizada de un modo prescrito por los antiguos maestros griegos y romanos: primero se establece una relación (4 al 21) para luego persuadir (11-19) y conmover (20-20). No se menciona a Onésimo por nombre hasta que la relación está bien establecida (10), y solo se hace la petición, como al final de la sección, con miras a convencer (17).   

El profundo interés de Pablo por la reconciliación, nos llama a aplicar estos mismos principios de amor y compasión en nuestras propias relaciones. Ya que nosotros también tenemos la necesidad de la gracia y el perdón de Dios, esta es una declaración que da bienvenida a la limpieza disponible para todos nosotros a través de Jesús, ¡nuestro mediador, que ha venido a liberarnos con su ofrecimiento de perdón. ¡Si creemos!

 La carta que Pablo escribió a Filemón, tenía como fin  restaurar su relación rota. Pablo toma partido por Onésimo y, con su mejor habilidad, defiende su causa ante su amo.

Todo el contexto apunta a que Onésimo fue perdonado por Filemón. Una tradición cristiana sostiene que Onésimo fue liberado por Filemón y se convirtió en un miembro activo en los trabajos de la iglesia primitiva, y más tarde llegó a ser obispo de Éfeso.

La tradición señala que Filemón fue uno de los setenta discípulos escogidos por Jesús para la predicación evangélica, junto a otros miembros de su familia, entre ellos, Arquipo, también mencionado en la carta a Filemón. Las iglesias de Colosas y de Gaza lo mencionan , como  fundador de ambas. También señala la tradicción que Filemón, su esposa Apia,  y el esclavo Onésimo, padecieron el martirio, hacia el año 68, bajo la persecución del emperador Nerón, muriendo apedreados en Roma.

En el NT no vemos en ningún lugar, que la Iglesia  atacara directamente a la esclavitud, si lo hubiera hecho, las insurrecciones resultantes de esclavos habrían sido brutalmente aplastadas y el mensaje del evangelio confundido sin esperanza de reforma social. 

En lugar de esto, el cristianismo atacó los males de la esclavitud al cambiar el corazón de los esclavos y sus amos. Al enfatizar la igualdad espiritual del amo y el esclavo (v.16; Gá 3:28; Ef 6:9; Col 4:1; 1 Ti 6:1,  

La Biblia terminó con los abusos de la esclavitud. El rico tema teológico que por sí solo domina la carta es el perdón, un tema que se encuentra a lo largo de las Escrituras (Mt 6:12-15; 18:21-35; Ef 4:32; Col 3:13) La instrucción de Pablo aquí provee la definición bíblica del perdón, sin usar la palabra en absoluto.  

Perdonar es a menudo difícil. C.S. Lewis dijo: «Todo el mundo dice que el perdón es una idea maravillosa hasta que tienen algo que perdonar”. Alguien tiene que tragarse el dolor de haber sido herido. Filemón es una carta que nos ofrece un buen caso para analizar el costo que supone pedir perdón y ofrecerlo.

Bibliografía: HolyBiblia.com


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