En ciertas regiones de América Latina se celebra una fiesta donde los jóvenes solteros adivinan parejas para matrimonios futuros. Esta costumbre de echar suertes también se encuentra en la Biblia, pero los israelitas la utilizaban para buscar la voluntad de Dios en decisiones importantes. Aunque en el pasado se utilizaba este método, ahora se enfatiza que debemos confiar en el Espíritu Santo para conocer la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida. En lugar de depender de suertes, debemos abrir nuestro corazón al Espíritu Santo y confiar en su guía divina, que siempre sabe lo que es mejor para nosotros.