¿Religión o vida? – Ruta 66 con José de Segovia

¡No nos engañemos! Detrás de los sofisticados argumentos de muchas objeciones a la fe cristiana, no hay más que la impresión que tenemos la mayoría de que la religión es un verdadero aburrimiento. Es algo pesado y agobiante. Te complica la vida, más que alegrarte. En ese sentido, Jesús tiene poco que ver con la religión, como nos muestra Juan en este segundo capítulo de la Buena Noticia.

Tras la sintonía de Ruta 66, esta vez a cargo del trío del veterano cantante y guitarrista de jazz John Pizzarelli, escuchamos la popular canción de Siloé sobre «La verdad» (2016). Tras este nombre bíblico hay un músico católico formado en Berklee, llamado Fito Robles. Dice que recibió la fe de sus padres y la comparte con otros en una parroquia de Valladolid: «Intentó ser fiel en todo, pero no te engaño, soy como cualquiera que no acude a misa, cometo las mismas faltas e incluso más, pero es algo muy profundo que siento, Dios me ha rescatado de mucho y me ha dado también la vida, que sin Dios no tendría sentido, es algo que necesito». 

Si Siloé canta al que «ha convertido el agua en vino», también lo hace Jarvis Cocker, que fundó el grupo Pulp a finales de los 70 en Sheffield (Inglaterra). Aunque él confiesa que le «gustaría convertir el agua en vino», reconoce: «No soy Jesús, aunque tenga las mismas iniciales», J. C (Dishes 1998). También hace referencia a este primer milagro del Evangelio, el judío Leonard Cohen en su último disco antes de morir, que comienza también con «el cambio del agua en vino» en busca de un «Acuerdo» (Treaty 2016). Aunque es más clara la fe cristiana del también cantautor canadiense Bruce Cockburn, la expresa de forma instrumental en «Agua en vino» (Water Into Wine 1976), después de que escuchemos el relato mismo del Evangelio en la voz de Johnny Cash a los reclusos de la prisión de San Quintín en 1969. 

Paul Schrader se cría en la Iglesia Cristiana Reformada de Michigan, donde estudia en la Universidad Calvino de Grand Rapids, tras una estricta educación sin poder ir al cine o ver la televisión. Cuando descubre las películas con su hermano Leonard, que estudia cine después de haber sido misionero en Japón, se dedica como él a escribir guiones y hacer critica como estudioso del «estilo trascendental» del séptimo arte. Su guion de «Taxi Driver» para el antiguo seminarista católico Martin Scorsese, une el alejamiento de Dios a la búsqueda de redención al inicio de una obra torturada por el sentido calvinista de «depravación total» y la esperanza de una Gracia que se manifiesta en medio de la mayor miseria. La película «El Reverendo» (First Reformed 2017) refleja su vuelta a una iglesia presbiteriana en el estado de Nueva York en la agónica fe que encuentra el pastor encarnado por Ethan Hawke a la «Luz de invierno» del personaje del hijo del pastor luterano sueco Ingmar Bergman en la obra que se llamó en España, «Los comulgantes». José de Segovia comenta algunas escenas con la música de Stefan Nilsson para la banda sonora de «Las mejores intenciones» de Bergman, ya que «El Reverendo» no tiene música a la «Luz de invierno». 

El veterano músico británico Peter Gabriel hace también referencia al «agua convertida en vino» en su primer disco en solitario, al dejar de cantar para el grupo de «rock progresivo» Genesis. Su canción «Solsbury Hill» (1977) cuenta una experiencia espiritual que tuvo en ese lugar de Somerset (Inglaterra), que interpreta en clave más cercana al cristianismo, que al vago misticismo orientalista de la época. La última canción que escuchamos es una clara referencia a las palabras de Jesús al final de este segundo capítulo del Evangelio según Juan. Es obra de uno de los primeros grupos racialmente mixtos de la llamada «música cristiana contemporánea» a finales de los 70, Andrus, Blackwood y Company. Me habla de Aquel que me «Conoce mejor que yo a mí mismo» (Better Than I Know Myself 1982). 

Deja un comentario