Los lunes nos desafían a retomar la rutina y a levantarnos para cumplir con nuestras responsabilidades laborales. Sin embargo, John Stott nos propone una perspectiva diferente al instarnos a considerar el trabajo como una bendición. En las Escrituras, vemos cómo Dios nos invita a colaborar con Él en el cuidado y la labranza de la tierra.