Saturday, October 4, 2025
El personaje bíblico

Salomón

Por Magdalena Piñero

Salomón significa “pacífico”. Fue hijo de David y Betsabé, nacido en Jerusalén. El profeta Natán también lo llamó Jedidías, que significa “amado de Jehová”. Su nombre reflejaba la promesa de un reinado de paz.

Cuando David envejeció y su salud decayó, Adonías, uno de sus hijos, intentó usurpar el trono. Sin embargo, el profeta Natán, junto al sumo sacerdote Sadoc y Benaía, jefe de la guardia, frustraron la conspiración. Con el apoyo de la guardia real, Salomón fue proclamado rey. Poco después murió David, y el joven Salomón, con unos veinte años de edad, comenzó su reinado alrededor del 970 a.C.

Obedeciendo las últimas recomendaciones de su padre, Salomón depuso a Abiatar del sacerdocio, mandó ejecutar a Simei por desobedecer la orden de permanecer en Jerusalén y, ante una nueva amenaza de Adonías, también ordenó su muerte, junto con la de Joab, implicado en la conspiración. Posteriormente contrajo matrimonio con la hija del faraón de Egipto.


La petición de sabiduría

En aquel tiempo, el tabernáculo se encontraba en Gabaón y el arca en Jerusalén. El pueblo, desobedeciendo la Ley, ofrecía sacrificios en lugares altos. Salomón acudió a Gabaón para ofrecer sacrificios, y allí tuvo un sueño en el que Dios le preguntó qué deseaba. Él pidió sabiduría para gobernar con justicia.

Dios respondió a su oración, y poco después Salomón emitió el célebre juicio entre dos mujeres que reclamaban ser la madre de un mismo niño, revelando quién era la verdadera.

Años más tarde, en una nueva aparición, Dios le prometió conservar su dinastía si permanecía fiel, advirtiéndole de las consecuencias de apartarse.


Organización del reino

A diferencia de David, Salomón apenas participó en campañas militares. Solo destacó su acción contra Hamat, que aseguró la paz en el noreste. Se preocupó de fortificar ciudades estratégicas, mantener abiertas las rutas comerciales y construir fortalezas en lugares clave.

El rey organizó su reino con funcionarios competentes y dividió el territorio en doce distritos administrativos, independientemente de los límites tribales, lo que facilitó la gestión. Mantuvo un ejército poderoso y un culto organizado en el Templo de Jerusalén, cuya construcción fue su mayor obra, realizada con la ayuda de Hiram, rey de Tiro.

Tras la dedicación del Templo, Salomón construyó también un palacio real, fortificó numerosas ciudades y promovió la expansión comercial. Llegaban mercancías de Arabia, India y otras regiones, lo que enriqueció el reino.

Salomón mostró interés por las ciencias naturales y la literatura. Habló sobre árboles, animales, aves, reptiles y peces, y compuso proverbios, salmos y los libros de Eclesiastés y Cantar de los Cantares. Su corte se distinguió por el lujo, y su fama atrajo a visitantes de reinos lejanos, incluida la reina de Saba.


Debilidades y apostasía

A pesar de su sabiduría, Salomón desobedeció los mandatos divinos. Tuvo un harén de más de mil mujeres, muchas de ellas extranjeras, que lo llevaron a permitir el culto a otros dioses. Además, impuso altos impuestos y cargas laborales a su pueblo.

Estas decisiones debilitaron su liderazgo y provocaron tensiones internas. El profeta Ahías anunció que el reino sería dividido, y que Jeroboam recibiría diez tribus tras la muerte de Salomón.


Últimos años y legado

Salomón reinó durante cuarenta años y murió hacia el 931 a.C. En sus últimos escritos, especialmente en Eclesiastés, refleja la conclusión de que la vida sin Dios es vana y que la verdadera seguridad solo se encuentra en una relación con Él.


Puntos fuertes y logros

  • Tercer rey de Israel, elegido por David.
  • Reconocido como el hombre más sabio de su tiempo.
  • Autor de Eclesiastés, Cantar de los Cantares y muchos proverbios y salmos.
  • Constructor del Templo de Jerusalén.
  • Hábil diplomático, comerciante y patrocinador de las artes.

Debilidades y errores

  • Contrajo matrimonios con mujeres extranjeras, lo que favoreció la idolatría.
  • Permitió que su lealtad a Dios se debilitara.
  • Impuso altos impuestos y trabajos forzados a su pueblo.

Lecciones de su vida

  • El liderazgo puede fracasar si no se acompaña de una vida personal íntegra.
  • Conocer lo correcto no basta si no hay voluntad de obedecer.
  • La verdadera sabiduría se demuestra en la práctica y en la fidelidad a Dios.

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