Saturday, October 4, 2025
El personaje Bíblico con Rosa Mariscal

CORNELIO – Magdalena Piñero

Un hombre grande y bueno

De Cornelio se dice que era un hombre grande y bueno, dos cualidades que raras veces se encuentran juntas. Sin embargo, cuando se hallan en una misma persona, se realzan mutuamente:

  • La bondad da valor a la grandeza.
  • La grandeza da oportunidades a la bondad.

Cornelio era un centurión romano —oficial con mando sobre cien soldados— que residía en Cesarea. Aunque probablemente regresaría pronto a Roma, su conversión fue crucial para la expansión del evangelio en la capital del imperio.


Un ejemplo de fe sincera

Muchas veces se pregunta: “¿Qué pasará con los paganos que nunca escucharon de Cristo?”. Cornelio no era cristiano, pero era un hombre reverente y generoso que buscaba sinceramente a Dios. Por eso, Dios le envió a Pedro para que le hablara de Jesús.

Cornelio representa lo que dice Hebreos 11:6:

“Dios es galardonador de los que le buscan”.

Dios reconoció su sinceridad y le permitió tener un conocimiento más completo. Sus oraciones y generosidad subieron “para memoria delante de Dios”, como una ofrenda de sacrificio. Dios responde las oraciones sinceras y envía a la persona adecuada en el momento oportuno.


Una visión que cambia el rumbo

Cornelio tuvo una visión:

“Envía hombres a Jope y haz venir a Simón, llamado Pedro… él te dirá lo que es necesario que hagas”.

Aquí destacan dos cosas sorprendentes:

(a) Aunque Cornelio temía a Dios, oraba y daba limosnas, necesitaba creer en Cristo. Las obras por sí solas no bastan si no hay fe en Jesús.
(b) Aunque fue un ángel quien le habló, no fue el ángel quien le predicó el evangelio, sino Pedro. Dios honra así la predicación humana, confiando a sus siervos una tarea que ni siquiera los ángeles realizan.


Dios también prepara a Pedro

Pedro, aún con su mentalidad judía, no comprendía del todo que el evangelio era para todos. Por eso, Dios le dio también una visión, que coincidió con la llegada de los enviados de Cornelio.
Ambos grupos no sabían nada el uno del otro, pero Dios estaba coordinándolo todo.

En la visión de Pedro, animales considerados “inmundos” según la Ley judía (Levítico 11) le fueron presentados. El mensaje era claro: Dios no hace acepción de personas. Pedro comprendió que debía ir con Cornelio, un gentil, y anunciarle el evangelio.


Una visita transformadora

Cuando Pedro llegó a la casa de Cornelio, rompió las normas tradicionales judías. Aunque reconoció su incomodidad, se encontró con una audiencia ansiosa por escuchar. Comenzó a predicar y el Espíritu Santo descendió sobre todos los presentes, confirmando la obra de Dios. Pedro no tuvo más remedio que bautizarlos y recibirlos como iguales.


Cornelio: un puente entre dos mundos

Cornelio, aunque oficial romano, era respetado por los judíos. Durante su tiempo en Israel, el Dios de Israel conquistó su corazón. Cuatro rasgos destacan en su carácter (Hechos 10):

  1. Buscó a Dios intensamente
  2. Fue reverente
  3. Fue generoso con los necesitados
  4. Era constante en la oración

Su actitud frente a Pedro —un romano inclinándose ante un judío— pudo haber causado arrogancia, pero Pedro lo condujo a Cristo. Así debemos actuar también nosotros cuando se nos honra: dar la gloria a Dios.


Una lección para la iglesia

La mayor barrera para expandir el evangelio en el siglo I fue el conflicto entre judíos y gentiles. Muchos creyentes judíos se escandalizaban con la idea de predicar a los gentiles. Pero Dios mostró con claridad que las buenas nuevas son para todos.

No debemos permitir que ninguna barrera —lingüística, cultural, económica o social— impida compartir el evangelio. En cada nación hay corazones abiertos a Dios, pero alguien tiene que mostrarles el camino.


Enseñanzas de la vida de Cornelio

Puntos fuertes y logros:

  • Romano piadoso y generoso
  • A pesar de ser oficial del ejército invasor, era respetado por los judíos
  • Respondió a Dios y animó a su familia a hacer lo mismo
  • Su conversión ayudó a la iglesia a comprender que el evangelio es para todos

Lecciones de su vida:

  • Dios llega a quienes quieren conocerlo
  • El evangelio está al alcance de toda la gente
  • En todo lugar hay quienes están dispuestos a creer
  • Cuando buscamos la verdad y obedecemos a la luz que Dios nos da, Él nos recompensa generosamente

“Buscar a Dios no es suficiente…
alguien tiene que mostrar el camino.”

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