Agar – El personaje bíblico con Rosa Mariscal

En la Biblia encontramos una gran cantidad de historias de mujeres que transformaron el mundo, y que hacen parte esencial del plan divino de Dios. Podemos encontrar algunos ejemplos en Rebeca como una mujer piadosa y diligente, al igual que Dorcas y muchas más.

Sin embargo, todas las historias tiene una diversidad asombrosa, porque Dios quiere darnos muchos ejemplos de los cuales podamos aprender tanto para imitarlos, como para no imitarlos, de esta forma encontramos la vida de Agar, una mujer que fue expulsada de su casa.

La Biblia dice que Agar era una mujer egipcia y sierva de Sara, esposa de Abraham. De acuerdo a la historia registrada en Génesis, Sara no podía tener hijos y por tanto, ofreció a Agar a Abraham, de 85 años, como concubina, para que pudiera tener un hijo. 

Posteriormente, los comentaristas rabínicos afirmaron en el Midrash que Agar era hija del Faraón que prefirió que fuese esclava de Abraham antes de que se tuviese que quedar en Egipto debido a los prodigios realizados por gracia divina en ese reino.

Los pueblos árabes (agarenos) consideran a Agar la mujer legítima de Abraham y se consideran descendientes de este a través de Ismael.1​

Agar era la sierva de Sara y se convirtió en la madre de Ismael, el primer hijo de Abraham. Su historia es presentada en la Biblia en el libro de Génesis.

Era una mujer egipcia y su nombre puede haber sido dado por 

Abraham cuando salió de Egipto para ser una sirvienta en su casa. El nombre Agar es de origen semítico y puede tener un significado similar a algo así como «huida».

Es muy probable que Agar fuera adquirida por Abraham durante el período en que permaneció en Egipto. La historia de Agar cobra protagonismo bíblico por el plan humano de Sara, la esposa de Abraham, la cual al ver que no podía quedar embarazada, ofreció al patriarca como alternativa a Agar para que le diera un hijo.

Sara era estéril, de edad avanzada y muy frustrada por no haber dado un hijo a Abraham. Así que tuvo una idea completamente humana y recurrió a Agar con la esperanza de que, a través de ella, pudiera nacer un heredero en la familia.

De hecho, se puede observar al leer la palabra de Dios, que esta idea de Sara era común en aquella época, y en algunos contratos

matrimoniales ya se especificaba que una esposa estéril debía proporcionar otra esposa a su marido con fines de procreación. 

Entonces Agar concibió por Abraham, y después de quedar embarazada, Agar comenzó a despreciar a Sara. Como consecuencia de la actitud de la concubina, Sara, con el permiso de Abraham, la trató bruscamente. Entonces, Agar por temor de la ira de su Señora huyó al desierto (Génesis 16:4-6).

Agar al huir al desierto, el ángel del Señor la visitó y le ordenó que regresara a la casa de Abraham. Y además, también se enteró que con su hijo Ismael, tendría una descendencia muy numerosa (Génesis 16:7-13). Al volver con Sara, Agar dio a luz a Ismael.

Aproximadamente 16 años más tarde, nació el hijo prometido del Señor a Abraham. Cuando Isaac fue destetado, Ismael se burló de él y Sara exigió a Abraham que tomara la decisión de despedir a Agar y a su hijo (Génesis 21:9-10).

La actitud de Abraham respecto a lo que estaba acontenciendo inicialmente fue la de esperar en la voluntad de Dios. Posiblemente porque la costumbre prohibía expresamente este tipo de acciones, es decir, si la verdadera esposa concebía un hijo después del nacimiento del hijo de la criada, la cabeza del hogar debía cuidar de ambos niños.

Sin embargo, Dios mismo ordenó a Abraham que actuara en contra de la costumbre de la época, y le aseguró el destino de Ismael (Génesis 21:12-13). Así que Agar e Ismael fueron expulsados de la casa de Abraham con un poco de pan y un odre de agua en el desierto, Agar e Ismael se encontraron en una situación muy difícil cuando se quedaron sin agua. De hecho, la Biblia detalla como Agar llegó a poner a Ismael bajo un árbol y se apartó para no verlo morir (Génesis 21:15).

Sin embargo, Dios proporcionó una salida a la situación, y una vez más la esclava de Sara escuchó las promesas sobre el futuro de su hijo (Génesis 21:19). Así, Ismael creció en Parán, al noreste de la península del Sinaí, y se convirtió en un hábil cazador con arco y flecha, y Agar le buscó una esposa egipcia.

De esta forma, podemos ver como el Señor nunca abandona a los pobres e indefensos, la palabra del Señor dice «Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.» (Salmo 27:10) y esto fue lo que hizo el Señor, recibir a Agar y ayudarla en el momento más difícil de su vida.

Agar se menciona en el Nuevo Testamento en Gálatas 4:21-31, donde el apóstol Pablo utilizó la historia de Agar e Ismael, y la historia de Sara e Isaac, como alegoría en su exposición de los que buscan la salvación a través de los méritos humanos, y los que buscan la salvación exclusivamente a través de la fe en las promesas de Dios en Cristo.

Es claro que nuestra salvación viene por creer en Jesucristo, por tanto, confiemos plenamente en el Señor y tomemos como ejemplo a Agar que aunque fue esclava y su hijo nació por obra humana, el Señor la llenó de misericordia en los momentos más difíciles de su vida.

De la misma forma, el Señor estará contigo en todo momento si lo buscas con un corazón humilde y un arrepentimiento de corazón, porque la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad (Salmo 103:17).

 Escapar de nuestros problemas es por lo general la solución más tentadora. Es más, se puede convertir en un hábito. Agar era una persona que utilizaba ese recurso. Cuando algo salía mal, por lo general echaba a andar… en otra dirección. 

Sin embargo, vale la pena apuntar que los grandes retos que Agar enfrentó surgieron de las decisiones de otros. Sara la eligió para que le diera un hijo a Abraham, y probablemente Agar no pudo decir nada al respecto. 

No es difícil entenderla cuando, al quedar en estado, Agar miraba a Sara con desdén. A Sara le dolió tanto que la castigó. Esto motivó su primera huida. Cuando regresó a la familia y dio a luz a Ismael, la continua esterilidad de Sara debió haber contribuido a amargarlas a ambas. 

Cuando por fin nació Isaac, Sara buscó un pretexto para despedir a Agar y a Ismael. Lo encontró cuando sorprendió a Ismael molestando a Isaac. En el desierto, sin agua y ante la posibilidad de la muerte de su hijo, Agar trató de escapar una vez más. Huyó para no ver morir a su hijo. Una vez más, Dios intervino misericordiosamente. 

¿Ha notado con cuánta paciencia obra Dios para hacer que fracasen nuestros intentos de escape? ¿Has comenzado a aprender que huir es sólo una solución temporal? El deseo continuo de Dios es que enfrentemos nuestros problemas con su ayuda. Experimentamos con mayor claridad la ayuda divina cuando estamos en medio de conflictos y dificultades, no fuera de ellos.¿Son los problemas que hay en tu vida lo que te hacen utilizar la «solución de Agar»? Toma uno de esos problemas, pide ayuda a Dios y comienza a enfrentarlo hoy. 

   Puntos fuertes y logros: 

    •      Madre del primer hijo de Abraham, Ismael, quien llegó a ser fundador de las naciones árabes 

   Debilidades y errores: 

    •      Cuando tenía que enfrentar los problemas, tenía la tendencia a huir 

    •      Su maternidad provocó en ella fuertes sentimientos de orgullo y arrogancia 

   Lecciones de su vida: 

    •      Dios es fiel a sus planes y promesas, aun cuando los seres humanos compliquen el proceso 

    •      Dios muestra que nos conoce y que quiere que lo conozcamos 

    •      En el Nuevo Testamento se habla de Agar como tipo de los que buscan el favor de Dios por sus propios esfuerzos, en vez de confiar en Su misericordia y perdón.

Bibliografía:

Biblia del diario vivir.

Wikipedia. La enciclopedia libre


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