Una madre preocupada comparte su inquietud sobre su hija de doce años, quien muestra un comportamiento desafiante al quedarse sola en casa debido al trabajo de la madre. La preocupación se centra en la posibilidad de que la hija permita la entrada de niños desconocidos en casa y esté involucrada en actividades inapropiadas en Internet. A pesar de tomar medidas correctivas, ninguna ha tenido éxito, lo que desconcierta a la madre.
El consejo sugiere que la madre evite dejar sola a su hija en casa debido a su falta de madurez. Se le aconseja abordar las amenazas de suicidio con seriedad y buscar ayuda profesional si es necesario. Se recomienda establecer reglas claras con consecuencias inmediatas para el mal comportamiento y mantenerse firme en su aplicación. A pesar de la posible reacción negativa de la hija, se le insta a la madre a ser constante y a ignorar las amenazas, excepto las relacionadas con el suicidio, enfatizando la importancia de la fortaleza en la crianza de los hijos.
